Escrito por: Rosa María Rodríguez y María Fernanda Mendoza / GIZ

En el Perú, la actividad pesquera contribuye con el 65% del volumen extraído para el consumo humano directo. Además, tomando en cuenta que el pescado representa el 26% de las proteínas animales que consume la población peruana, es de suma importancia que los pescadores artesanales se mantengan capacitados y cuenten con las herramientas necesarias para continuar con su labor, pues, si la cadena de abastecimiento se comienza a romper resultaría peligroso para la seguridad alimentaria.

El pasado mes de diciembre, Johanna Garay, directora general de Ordenamiento Territorial Ambiental del MINAM, señaló lo siguiente: “Implementaremos medidas de adaptación basadas en ecosistemas, que beneficien a la población local, y aseguren los recursos naturales para generaciones presentes y futuras». Esto lo mencionó luego de hacer la entrega de equipos tecnológicos a 9 organizaciones sociales de pescadores artesanales de Ica, Lima y Piura.

La DGOTA junto al proyecto EbAMar- implementado por la GIZ por encargo del BMU, con fondos procedentes de IKI, hicieron la entrega de laptops, proyectores, televisores, parlantes, pantallas portátiles, impresoras y cámaras fotográficas a pescadores artesanales, con el objetivo de brindar las condiciones necesarias para el desarrollo de capacitaciones y asesorías técnicas virtuales, con enfoque ambiental y medidas para la adaptación al cambio climático. Además, entregaron congeladores, coolers, ecosondas y trajes de buceo, con la finalidad de apoyar en la cadena de valor de la actividad pesquera.

Las organizaciones de pescadores beneficiadas están ubicadas en Huacho, Carquín y Végueta (Lima); San Andrés, Lagunillas y Laguna Grande (Ica); y Lobitos, Órganos y Parachique (Piura). De esta manera, se busca fortalecer las capacidades de los pescadores, para ampliar conocimientos y que el uso y aprovechamiento de los ecosistemas marinos costeros sea sostenible.