Escrito por Alberto Aquino y Camila Rojas / GIZ

“El actual contexto de pandemia demuestra que la presión sobre la naturaleza ejercida por las actividades humanas está aumentando las desigualdades y amenazando nuestra salud y nuestra seguridad», aseguró el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anfitrión de la cuarta edición de la One Planet Summit for Biodiversity llevada a cabo el pasado 11 de enero, organizada en cooperación con Naciones Unidas y el Banco Mundial. 

Este encuentro tuvo como objetivo elevar el nivel de ambición de la comunidad internacional sobre la protección de la naturaleza, respondiendo al mismo tiempo a la crisis sanitaria. Para ello, se priorizaron cuatro temas clave: protección de ecosistemas terrestres y marinos, promoción de la agricultura ecológica, movilización de financiación por la biodiversidad y el vínculo entre deforestación, especies y salud humana. Como resultado, se lanzó oficialmente la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas, donde alrededor de 50 países, entre ellos Perú, se comprometieron a impulsar el acuerdo mundial de proteger el 30% del planeta, incluida la tierra y los océanos, durante la próxima década para detener la extinción de especies y abordar los problemas generados por el cambio climático, conocido como el “objetivo 30×30”. 

De esta manera, la cumbre impulsó a los países a apoyar metas concretas, quienes reafirmaron su compromiso por la protección de la biodiversidad a través de la movilización de fondos, así como el trabajo articulado de gobiernos, empresas y ciudadan*s.