Escrito por Gregorio Figueroa / GIZ

El Ministerio del Ambiente (MINAM) viene asesorando a la Caja Municipal de Ahorro y Crédito Cusco (Caja Cusco) en el desarrollo de una línea de crédito agropecuario que beneficiará a productores que valorizan la conservación de papas nativas y otras especies que requieren prácticas de cultivo especializadas. Dicho crédito también se dedicará a financiar actividades de gestión de desechos de ganado para obtener biogás, un tipo de combustible ecológico; y biol, un fertilizante líquido orgánico, impulsando así la economía circular.

Al respecto, el director general de Economía y Financiamiento Ambiental del MINAM, Elvis García Torreblanca, indicó que la pérdida de la biodiversidad representa un alto riesgo y una amenaza a nivel mundial, en el cual las instituciones financieras no están exentas de las consecuencias. «El sector financiero es un potencial agente de cambio y un aliado estratégico para movilizar financiamiento hacia la conservación de los recursos naturales», anotó.

El funcionario agregó que el MINAM también está asesorando a entidades financieras, como la caja Cusco, en la optimización de procesos y digitalización para la medición de datos de rendimiento económico, ambiental y social; además, del diseño e implementación de un Sistema de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales (Saras), hecho a medida de las necesidades de la institución financiera.

Al respecto, el presidente de directorio de Caja Cusco, Guido Bayro, resaltó «Caja Cusco es una institución pionera en ofrecer al mercado productos financieros sostenibles, con una línea especializada en créditos agrícolas y pecuarios, priorizando así la recuperación verde y la economía circular».

Esta iniciativa ha sido impulsada en el marco del proyecto BioInvest, liderado por el MINAM, con apoyo de la cooperación alemana para el desarrollo, implementada por la GIZ, por encargo del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección al Consumidor (BMUV), con fondos procedentes de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI).