Escrito por Karen Podvin / IUCN

En el CBA15, que reunió a la comunidad de práctica de adaptación, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el Instituto de Montaña (IM) Perú, el International Centre for Climate Change and Development (ICCCAD) Bangladesh, la Iniciativa de Soluciones basadas en la Naturaleza en Perú (NbSi), el Instituto Internacional de Ambiente y Desarrollo (IIED) y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, realizaron la sesión temática «SbN para la adaptación: cómo comunidades locales pueden impulsar sistemas alimentarios resilientes».

En esta sesión, del 15 de junio de 2021, se compartieron experiencias y aprendizajes de Adaptación basada en Comunidades (AbC) y/o Ecosistemas (AbE) de Bangladesh, Ecuador y Perú, incluyendo experiencias en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas en los Andes peruanos.

Se interactuó con los participantes a través de sesiones grupales enfocadas en analizar los aspectos clave de la gobernanza, el rol del conocimiento local y tradicional, y las consideraciones de la identidad cultural y capital social para impulsar SbN efectivas para sistemas alimentarios resilientes.

Entre las discusiones se destacan:
‘Comprender las raíces del problema’: incluyendo las presiones sobre los (agro)ecosistemas y las amenazas climáticas –es decir, cómo el cambio climático aumenta la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios e hídricos frente a eventos como inundaciones y sequías–, así como del contexto e interrelaciones en múltiples dimensiones (ej. ambiental, socioeconómica, cultural y política).
‘Definir una visión común”: diseñar estrategias de intervención viables y costo-efectivas a lo largo de la cadena de valor, incluidas mejores prácticas en el territorio –por ej. una planificación y gestión sostenible agrícola y del paisaje–; en el mercado y comercialización con valor añadido por los esfuerzos de conservación y gestión sostenible; y al nivel del de los consumidores, transformando las tendencias sobre ‘alimentos saludables para los humanos y los ecosistemas’.
‘Aprender haciendo’: promoviendo procesos participativos –multiactores e intersectoriales– en todas las fases de implementación; mismos que integren un ‘diálogo de saberes’ entre el conocimiento local/tradicional y científico, y que permitan identificar los efectos y beneficios en los sistemas socio-ecológicos con evidencias concretas sobre la reducción de la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios.

Finalmente, se compartieron perspectivas globales de cómo continuar impulsando procesos de adaptación que contemplen una participación plena y efectiva de las comunidades y demás actores en el paisaje. Los insumos y perspectivas contribuyeron a la memoria del evento, y en última instancia, a las agendas globales de acción climática y biodiversidad.